Repitan conmigo: Gorda NO es una mala palabra!
En días pasados me crucé con una frase que decía “NUNCA NUNCA NUNCA le digas gorda a una chica, ni siquiera si estás bromeando. Nunca lo hagas”. En la descripción de la imagen, la persona que lo subió explicaba que muchas adolescentes caen en desórdenes alimenticios por creer en críticas que se les hacen, y que decirle gorda a una chica era atentar contra su autoestima.
Ahora bien, entiendo que este consejo proviene de un buen lugar, y que quienquiera que lo haya escrito sólo está buscando el bienestar de adolescentes vulnerables a críticas ajenas. Créanme que en este punto no podría estar más de acuerdo con ella. Sin embargo, creo que si bien el objetivo es bueno, el camino que toma para llegar a él no es el indicado.
A primera vista, sería fácil decir que resulta dañino que se le diga gorda a una mujer porque puede ser engañoso en cuanto a su forma física real, y que incluso puede llevar a alguien a un trastorno dismórfico corporal. Y sería cierto. Los trastornos alimenticios que padecen alrededor del 15% de las adolescentes en nuestro país tiene muchas veces raíces en este trastorno, generalmente mezclado también con ansiedad y depresión. Pero creo que es necesario ir un poco más profundo.
¿Por qué es tan malo para una mujer que alguien le diga gorda? es aquí donde tenemos que repasar el verdadero significado de aquella palabra taaaaaan temida para algunas personas.
Según la Real Academia Española, gordo/a significa “de abundantes carnes, muy abultado y corpulento”. Pero ese no es el único significado que conlleva esa palabra en el día a día. Cuando alguien por la calle me grita ¡Goooorda! no creo que esté queriendo informarme que tengo abundantes carnes. Cuando pensamos en el estereotipo de una persona gorda, también pensamos en alguien vago, dejado, desagradable a la vista, tonto, sudoroso, que pasa todo el día comiendo de manera descontrolada sin levantarse del sillón. Y alguien con esas características resulta tan repulsivo según nuestros estándares culturales que la palabra gorda se vuelve entonces un insulto. No es de extrañar que la autoestima de una adolescente pueda resultar herida si cree que otros la ven de esta forma.
Pero, ¿es realmente una solución no utilizar la palabra gorda? Si alguien me describe como “la gordita de cabello rizado”, ¿debería enojarme y sentirme insultada? Es cierto que soy gorda, y que mi cabello es rizado. Creo que la respuesta más acertada está en retomar posesión de la palabra gorda, sosteniendo su significado por lo que es: una característica corporal como cualquier otra. No creo que nadie se sienta insultado si se le dice alto, bajo, de hombros anchos o labios gruesos.
Son sólo palabras descriptivas que no conllevan ninguna valoración moral o social, y solamente si nos damos cuenta de eso y somos capaces de separar el adjetivo del estereotipo podremos librarnos de sentirnos insultados cuando alguien nos diga “gordo”. Es algo que debemos lograr entre todos para que se produzca un verdadero cambio a nivel social, pero mientras tanto cada uno de nosotros que llegue a verlo así aporta su granito de arena.
Por eso es que actualmente, si me dicen GORDA...suelo responder,, si!! y????? es cierto soy gorda y tengo MUCHÍSIMAS otras cualidades, por lo que no pienso quedarme "estancada" en una sola de las tantas etiquetas que tengo!!!!!
Es cuestion de enfoques, cada quien ve lo que quiere ver, cuando te dicen gorda tratan de provocar una reaccion en ti, si tu autoestima esta baja lo van hacer pero si no les causa envidia verte feliz con es cuerpazo, bueno muy mi opinion,
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo...NO es cuestión de peso, se de chicas que no son obesas a las que les dicen gordas y se sienten morir...por eso yo decidí liberarme de que las palabras de otros tengan poder sobre mi. Soy gorda y muy feliz, jajajajajajaja....
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