Erección Imprecisa (Sexualidad)

Caso de la Vida Real: "Siempre que es la primera vez que voy a tener sexo con una chica, algo me pasa y no logro tener una erección. Con una pareja estable mi sexualidad es normal. Cada vez que comienzo a salir con alguien me da miedo que eso pase y no me dé una segunda oportunidad. Que hago?"

"Si lo que te provoca el miedo es perder la erección, indefectiblemente la perderás". (Debemos recordar que nuestra mente es poderosa)

Basta con que se tenga una sola pérdida de la erección para que los hombres sientan que han fracasado como varones. Son parte de la cultura machista que hace que se dramatice al máximo un evento natural de toda masculinidad. 

El varón teme no obtener una buena erección y es esa misma ansiedad (quizá basada en que alguna vez le ocurrió) la que dificulta aún más el éxito del intento, su estado de nerviosismo puede desembocar en una pérdida de erección o en una eyaculación rápida.

La anticipación de un posible fracaso sexual es quizá uno de los motivos más frecuentes de impotencia. Es el caso del varón, que luego de un episodio ocasional de trastorno eréctil, hecho que es entendible y normal, magnifica este fracaso temiendo que sea definitivo y permanente. La erección se puede perder durante el acto, debido a que los múltiples factores que intervienen pueden ser afectados en algún momento del encuentro sexual. Al atormentarse preguntándose si eso le volverá a ocurrir sólo consigue una anticipación de su ansiedad frente al acto.
Así comienza un círculo vicioso caracterizado por temor a fracasar —posterior disfunción, que genera mayor ansiedad y miedo al fracaso, y así sucesivamente—. En la experiencia clínica se ve que aquellos hombres inseguros, exigentes, perfeccionistas y altamente competitivos son los que toleran menos un fracaso sexual transitorio, transformándolo en algo más grave y reiterado. Un encuentro donde no logre la erección o tenga un descontrol eyaculatorio puede ser totalmente circunstancial pero en algunos individuos se genera el pánico a que sea definitivo y permanente y eso perpetúa el síntoma.

Como consecuencia del temor a fracasar es común que los varones comiencen a esquivar el encuentro amoroso valiéndose de excusas diversas. A otros los asaltan dudas acerca de su hombría y se plantean si no les habrá emergido un homoerotismo latente. También están los que comienzan a recelar algún problema grave de salud. La cuestión es que de un fallo ocasional, magnificándolo, todo se convierte en un drama.
El miedo al fracaso puede manifestarse no solamente como temor a la mujer desde el punto de vista corporal, sino como una manera de eludir compromisos afectivos. Algún tipo de disfunción a la hora del coito es una manera de cortar una relación y de esa manera evitar responsabilidades. Hay varones que también temen a las mujeres con mucha iniciativa, que son maduras y abiertas a una propuesta interesante o inteligente por parte del compañero; éste piensa que no podrá satisfacerla y eso lo acobarda. Si alguien vive obsesionado por la ansiedad por el rendimiento y el temor a fracasar, a no rendir frente a una mujer, se convierte en un ser evasivo, que no incita a su pareja a hacer el amor y, cuando ella lo hace, siempre está cansado o lo posterga para más adelante.

Hablamos de una verdadera disfunción eréctil cuando las fallas superan un 25% del total de los intentos. De todas maneras entendemos que los cuadros de impotencia constituyen una de las situaciones más dolorosas que afectan a los hombres. Para la gran mayoría la erección es sinónimo de capacidad para practicar o disfrutar el acto sexual tanto como una manifestación de hombría. Por eso la pérdida transitoria o repetida de la rigidez es considerada como señal de declinación y un estigma para la virilidad.
SUGERENCIAS
*No insistir: cuando hay una vivencia de miedo, tensión o ansiedad (con sensación de nerviosismo, manos sudorosas, frialdad) el organismo segrega adrenalina. Justamente esta sustancia es la que produce la pérdida de la erección por la contracción vascular que genera; entonces mientras persista ese estado convendría no impacientarse. Si están prestando atención a la aparición de la erección es probable que se pierda la excitación también.
*Realizar alguna técnica de relajación, darse un baño, hacerse masajes, leer un poema o ver una película erótica.
*En los momentos de pérdida de erección siempre es mejor interrumpir: no hay que aliarse con el síntoma.
*Puede ser un eficaz recurso distraerse con una fantasía o recorrer con la mirada el cuerpo de la compañera antes que observar obsesivamente el pene flácido.

El miedo al fracaso engendra el fracaso, enfrentar los miedos de una manera racional y sensata nos indica el camino de la resolución contra el oscurantismo, los mitos machistas y las exigencias desmesuradas de los varones. De hecho, hoy conseguimos solución o cura de los problemas sexuales que, décadas atrás, eran insolubles y eso nos abre una senda de optimismo para la sexualidad del porvenir.

Psic. Yumary Guerra
Psicóloga – Sexóloga - Psicoterapeuta de Pareja y Familia
yumary@destinoamore.com @destinoamore

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