Entre aguardiente, empanadas con limón y botas

Después de casi 10 años de no saber lo que era salir de Panamá...en días pasados tuve la oportunidad de viajar a Medellín, Colombia.

Comí todo lo que estuvo a mi alcance y me dejé fotografiar lo más que podía!!! Uffff fueron 9 días completamente bien vividos!!!!! La Emilia que se fue a Colombia no es la misma que regresó a Panamá...

Si bien es cierto que aproveché que el cambio de dólares a pesos colombianos me convenía para comprar cosas lindas: como unos buenos pares de botas, medias arriba de la rodilla, un par de bralettes, ponerme el cabello púrpura y de paso obtener mi anhelado unicornio....lo que más disfruté de Colombia fue su riqueza cultural y don de gente de sus habitantes.

Definitivamente quedé enamorada de Medellín...ahora entiendo porque algunos panameños prefieren mil veces a las colombianas...es que ahora hasta yo las prefiero, jajajajajajaja.

Y aquí contándoles de todo un poco, les comparto que me encontré con un ex compañero de clases venezolano y mi ex novio de tiempos de la U...ufffff, uno de mis grandes amores, eso si...gordo y casi calvo!! Agradecí infinitamente el que Dios haya permitido que en su momento no pudiera seguir siendo su novia. Si alguno de ustedes lo conocen y están leyendo mi blog, no vayan con el chisme....que creo que suficiente tuve con verlo y sentirme toda fuera de lugar porque no me presentó a su esposa ni a nadie de las que estaba en el restaurante.

Any way...mi viaje a Medellín fue una experiencia bonita. Conocí gente hermosa, recibí un trato de reina y descubrí que amo las empanaditas con limón y ají.

Gracias totales a mi querida Caro que me hizo sentir como en casa, mientras estuve en su departamento y por tooooodas las atenciones para conmigo y mi familia...te quiero mucho "glu, glu, glu, glu"...jajajajajajajajaja....